Una deliciosa sopa de clavo que convierte a una mujer hosca y egoísta en una persona generosa y agradable. ¿Cómo es posible? El cuento explica la historia de un viajero que un día llega a casa de la protagonista y le pide que le deje pasar la noche y cenar. Por toda respuesta, el viajero no encuentra más que gruñidos, negativas y excusas, hasta que decide preparar la sopa de clavo... ¿Alguien conoce la receta de la sopa de clavo que vuelve a la gente más amable? ¿Quizá un poco de caldo con ternera y todo ello amenizado con una buena conversación? ¿No estribará el secreto en algo tan sencillo como compartir historias alrededor de la mesa? Sea cual sea la conclusión que se extraiga, se trata de una lección que conviene no olvidar.